Su purificación se parece a lo que sucede cuando un artesano acrisola un metal precioso al fuego. Se mantiene al irresoluto, y sabe que está ligero cuando puede verse reflejado en éste.Algunas personas pueden fallecer e irse directo a la presencia del Señor sin pecado alguno, pero en verdad son pocas.Recuerda que este es solo un esquema general